ANTES DEL TRASPLANTE
LA IMPORTANCIA DEL ESTADO NUTRICIONAL
En los últimos años, la importancia de la evaluación nutricional en pacientes con enfermedades crónicas ha aumentado.
Existe cada vez más evidencia científica que la malnutrición está asociada a un riesgo mayor de morbilidad y mortalidad post intervención quirúrgica.
Un estudio realizado en nuestro país, que evaluó el estado nutricional de pacientes candidatos a lista de espera de trasplante renopancreático, concluyó que si bien, el estado nutricional no es contraindicación absoluta para el trasplante, los pacientes con riesgo de desnutrición o desnutridos son los que presentan mayor riesgo de complicaciones tras el trasplante.
Por tanto, los médicos podrán establecer estrategias dietoterápicas para mejorar el estado nutricional del paciente y mejorar la calidad de vida.
MANEJO PERIOPERATORIO
Es importante tener protocolizado el manejo perioperatorio en lo que se refiere a la administración de fluidos, el control glucémico, la profilaxis antimicrobiana y la prevención de la trombosis del injerto pancreático.
DESPUÉS DEL TRASPLANTE
SEGUIMIENTO
En pacientes con trasplante de páncreas simultáneo con riñón o después de riñón, el seguimiento postrasplante del paciente incluye el habitual seguimiento del paciente trasplantado renal y sus habituales comorbilidades (hipertensión, anemia, trastornos del metabolismo fosfocálcico, prevención de tumores).
El control de la función del injerto pancreático se realiza con el control de enzimas pancreáticas (amilasa y lipasa) y del control glucémico, con determinación de glucemia en ayunas mensual y con un control metabólico más extenso cada 6-12 meses, que incluye una prueba de tolerancia oral a la glucosa, determinación de péptido C plasmático y de hemoglobina glicosilada.
TRATAMIENTO INMUNOSUPRESOR
El tratamiento inmunosupresor en el trasplante de páncreas ha evolucionado al igual que en otros órganos trasplantados, y el objetivo es disminuir el riesgo de rechazo y minimizar los efectos secundarios de los inmunosupresores a largo plazo. Hay que tener en cuenta que el páncreas es un órgano más inmunógeno que otros, y por ello la terapia inmunosupresora debe ser intensa sobre todo en el periodo inicial postrasplante.