Trasplante de riñón

CUÁNDO ES NECESARIO UN TRASPLANTE

ENFERMEDAD RENAL TERMINAL

El trasplante de riñón, un tipo de tratamiento renal sustitutivo (TRS), es un procedimiento quirúrgico que consiste en colocar un riñón sano de un donante vivo o fallecido en una persona cuyos riñones ya no funcionan correctamente.

La función principal de los riñones consiste en filtrar y eliminar los desechos, minerales y líquido de la sangre mediante la producción de orina.

Cuando los riñones pierden esta capacidad de filtrado, se acumulan niveles dañinos de líquido y desechos en el cuerpo, y esto puede elevar
la presión arterial y resultar en insuficiencia renal (enfermedad renal en etapa terminal). La enfermedad renal terminal se produce cuando los
riñones han perdido aproximadamente el 90% de su capacidad para funcionar normalmente.

El daño renal, una vez que sucede, no puede revertirse. Las posibles complicaciones pueden afectar casi cualquier parte del cuerpo y
pueden ser, entre otras, las siguientes:

  • Retención de líquidos, que podría provocar hinchazón en los brazos y las piernas, presión arterial alta o líquido en los pulmones (edema pulmonar).
  • Un aumento repentino en los niveles de potasio en la sangre (hiperpotasemia), que podría afectar la capacidad del corazón para funcionar y podría poner en riesgo la vida.
  • Enfermedades cardíacas.
  • Debilidad de los huesos y mayor riesgo de fracturas.
  • Anemia.
  • Disminución del deseo sexual, disfunción eréctil o reducción de la fertilidad.
  • Daño al sistema nervioso central, que puede ocasionar dificultad para concentrarse, cambios en la personalidad o convulsiones.
  • Menor respuesta inmunitaria, lo que te hace más propenso a contraer infecciones
  • Pericarditis, que es la inflamación de la membrana sacular que envuelve el corazón (pericardio).
  • Complicaciones del embarazo que implican riesgos para la madre y el feto en desarrollo.
  • Desnutrición.

Este daño irreversible hará que tarde o temprano se inicie diálisis o un trasplante de riñón.

PLANIFICACIÓN DEL TRASPLANTE
En términos médicos, el trasplante se plantea cuando la tasa de filtrado glomerular, TFG, es < 15 ml/min/1,73 m2 o antes si aparecen signos o síntomas de uremia o dificultad en el control de la hidratación (hecho frecuente en el caso del paciente diabético), hipertensión arterial de difícil control o empeoramiento del estado nutricional.

El inicio óptimo del trasplante es aquel que se realiza de forma planificada. La falta de previsión aumenta innecesariamente el uso de catéteres para la hemodiálisis, que puede derivar en más complicaciones, infecciones e incremento en las hospitalizaciones.

TRASPLANTE RENAL ANTICIPADO
Hay que tener en cuenta que el paciente puede ser estudiado y preparado convenientemente para un posible trasplante renal de donante vivo (si existe esa posibilidad) sin que haya iniciado diálisis. Igualmente, puede ser estudiado y puesto en lista de espera para un posible trasplante renal de donante fallecido, si surge dicha posibilidad, antes del inicio de diálisis. Es lo que se denomina trasplante renal anticipado.

CONTRAINDICACIONES
El trasplante renal es el tratamiento de elección en la enfermedad renal crónica estadio 5. En comparación con la diálisis crónica, mejora la calidad de vida y disminuye la mortalidad de la mayoría de los pacientes. Sin embargo, no todos los enfermos son trasplantables, y en muchos se requiere cirugía o medidas intervencionistas previas a su inclusión en la Lista de Espera de Trasplante.

Existen contraindicaciones absolutas para el trasplante, que son generalmente aceptadas:

  • Neoplasia Activa con corta esperanza de vida.
  • Enfermedad Crónica con corta esperanza de vida (< 1 año).
  • Consumo activo de drogas o alcohol (> 40 g/día en la mujer y > 60 g/día en el hombre).
  • Insuficiencia orgánica severa sin posibilidades de corrección.
  • Psicosis no controlada.

Además, existen otras contraindicaciones relativas en las que se requieren medidas diagnósticas y terapéuticas previas a la inclusión del enfermo en la lista de espera:

  • Infección activa.
  • Enfermedad Coronaria.
  • Enfermedad Vascular Periférica severa.
  • Enfermedad Cerebrovascular.
  • Hepatitis en actividad o enfermedad hepática crónica.
  • Úlcera Péptica activa.
  • No adherencia al tratamiento demostrada.
  • Infección VIH si no cumpliese una serie de requisitos básicos relacionados con la carga viral e inmunidad.