Desnutrición en pacientes con
enfermedad renal crónica

PRUEBAS PARA EVALUAR LA DESNUTRICIÓN

Con tal de valorar su estado nutricional, su médico podrá realizar las siguientes pruebas:

BIOQUÍMICA SANGUÍNEA

Se tendrán en cuenta los siguientes parámetros:

  • Albúmina sérica (< 3,8 g/dL): Es el parámetro más utilizado como indicador del estado nutricional. La hipoalbuminemia (baja concentración de albúmina), aunque es un marcador tardío e inespecífico de desnutrición, se considera un factor independiente de mortalidad en hemodiálisis.
  • Prealbúmina (< 30 mg/dL): Es un parámetro útil para evaluar el estado nutricional inmediato.
  • Proteína Creactiva (PCR): se asocia a procesos inflamatorios; es un parámetro complementario determinante en la valoración del estado nutricional. Su incremento se relaciona a la inflamación sistémica, la aterosclerosis y la morbimortalidad, sobre todo de origen cardiovascular.
  • Bicarbonato: La concentración de bicarbonato o CO2 total, también puede utilizarse como indicador complementario del estado nutricional en ERC cuando la tasa de filtrado glomerular estimada (TFGe) es < 60 ml/min.

ANTROPOMETRÍA

Los parámetros antropométricos (medidas del cuerpo) proporcionan información acerca de las reservas de energía y de proteínas.

• Peso corporal: Cuando una persona está entre el 60% y el 90% de su peso normal, se considera que está en riesgo de desnutrición. Cuando está por debajo del 60% del peso normal, se considera que está desnutrida.

• Índice de masa corporal (IMC): Se considera un indicador del compartimiento graso, pero en sí mismo no especifica el estado nutricional del paciente. La interpretación de su rango de valores según el Comité de Expertos de la OMS se muestra en la siguiente tabla:

Un IMC inferior a 23 kg/m2 en los pacientes en tratamiento renal sustitutivo (diálisis) ha sido asociado a mayor mortalidad.

Relación cintura-cadera: El cociente cintura/cadera mayor de 1 en el varón o mayor de 0,90 en la mujer es indicativo de obesidad abdominal y se relaciona con el síndrome metabólico El síndrome metabólico es un grupo de factores de riesgo de enfermedad cardiaca, enfermedad hepática, diabetes y otros problemas de salud. Usted puede tener un solo factor de riesgo, pero a menudo las personas pueden tener varios de ellos al mismo tiempo. Si tiene al menos tres de ellos, se llama síndrome metabólico. Los factores de riesgo incluyen: obesidad abdominal (cuerpo con forma de manzana), tener un nivel de  triglicéridos (un tipo de grasa que se encuentra en la sangre) elevados, tener niveles bajos de colesterol HDL (“colesterol bueno”), presión arterial elevada y nivel alto de azúcar en sangre. y la mortalidad cardiovascular.

Perímetro abdominal: Un perímetro abdominal mayor de 90 mm en la mujer y de 102 mm en el varón será indicativo de obesidad abdominal, la cual se relaciona con el síndrome metabólico y la mortalidad cardiovascular. Se ha establecido una relación entre el aumento del perímetro abdominal y el riesgo cardiovascular en ERC avanzada y diálisis.

MASA MUSCULAR

La valoración mediante métodos antropométricos de la masa muscular en un individuo se realiza habitualmente con el cálculo de la circunferencia muscular del brazo (CMB), la cual se obtiene a partir de la circunferencia del brazo o circunferencia braquial (CB), a la que se le resta el tejido adiposo, incluyendo fracción ósea.

La CMB valora el estado nutricional proteico mediante la estimación de las reservas proteicas del brazo:

  • Una baja CMB, por debajo del percentil 25, señala una deficiencia grave de las reservas de proteína en el músculo pronosticando un posible riesgo de desnutrición.
  • Un valor de circunferencia muscular del brazo por abajo del percentil 10 indica un pobre estado nutricional.

VALORACIÓN DIETÉTICA

  • Historia clínica. Su médico le hará preguntas sobre su estado nutricional en el presente y en el pasado, que pueden ser sobre:
    • La presencia de otras enfermedades que pueden influir en el estado nutricional como: diabetes, enfermedades gastrointestinales, enfermedades neurológicas, alcoholismo, etc.
    • Hábitos tóxicos.
    • Antecedentes quirúrgicos y hospitalizaciones.
    • Síntomas y signos específicos relacionados con la alimentación (náuseas, vómitos, anorexia, pérdida de peso, etc.).
    • Síntomas depresivos.
    • Hábitos dietéticos.
    • Factores sociales como la educación, estilo de vida, nivel económico, etc.
  • Encuestas dietéticas. Para identificar ingestas inadecuadas, se recomienda realizar un registro dietético para medir la ingesta de proteínas, calorías y nutrientes. Sin embargo, no aporta información sobre el estado nutricional del paciente, ni se correlaciona con el perfil antropométrico de los pacientes estables. Existen 3 métodos bien definidos para evaluar la ingesta de los pacientes con ERC:
    • Registro dietético de 24 horas: Se realiza una entrevista donde se registra la ingesta realizada durante las 24 horas previas a la misma.
    • Diario dietético: Se debe registrar la información nutricional o de la ingesta diaria durante 3-7 días, incluyendo un día de diálisis si es el caso y un día de fin de semana.
    • Cuestionario de frecuencia: Se trata de un cuestionario dietético que puede realizar el paciente por sí mismo o con la ayuda de un nutricionista. Se compone de una serie de alimentos habituales en el consumo, especificando mediante preguntas la frecuencia y la cantidad de la ingesta realizada en los últimos 6 a 12 meses.
  • Escalas de valoración nutricional. Las escalas de valoración nutricional son de fácil uso y pueden ser utilizadas por cualquier profesional sanitario. Las más utilizadas son:
  • Valoración global subjetiva (VGS)

Se trata de una escala semicuantitativa con 5 criterios:

  • Cambio del peso últimos 6 meses
  • Cambio en la ingesta diaria
  • Síntomas gastrointestinales de más de 2 semanas de duración (anorexia, náuseas, vómitos, diarreas)
  • Deterioro en la capacidad funcional
  • Exploración física para detectar pérdida de la grasa subcutánea (ojos hundidos, piel colgante alrededor de los ojos y en mejillas, pliegues de tríceps y bíceps), pérdida de la masa muscular (depresión alrededor de las sienes, músculo deltoides, clavícula prominente, línea axilar media de la pared lateral del torax, músculos interóseos de la mano, músculos del cuadríceps, rodilla y pantorrilla) y edemas (sacros, maleolares).

Los 4 primeros se puntúan como:

  • A (normal)
  • B (leve-moderada alteración)
  • C (alteración severa)

La exploración física se puntúa como:

  • 0 (normal)
  • 1 (leve pérdida)
  • 2 (pérdida moderada)
  • 3 (pérdida severa)

De la valoración global se obtienen 3 grados de estado nutricional:

  • A (estado nutricional correcto)
  • B (desnutrición leve-moderada)
  • C (desnutrición severa)
  • Escala de desnutrición para pacientes en diálisis

Esta escala ha demostrado una mejor correlación con otros parámetros nutricionales que la VGS, al incluir dentro de las variables la comorbilidad asociada al tiempo en diálisis.

  • Escala de desnutrición-inflamación

Escala desarrollada para la identificación precoz de estados de desnutrición-inflamación. Numerosos estudios han establecido una relación entre el MIS y parámetros nutricionales, estado inflamatorio y mortalidad.

Se trata de un cuestionario validado para la población en diálisis que está compuesto por 10 componentes, cada uno de ellos con una valoración de 0 a 3: cambio de peso, apetito, síntomas gastrointestinales, capacidad funcional relacionada con factores nutricionales, comorbilidades incluyendo años en diálisis, pérdida de grasa subcutánea, masa muscular, BMI, albúmina sérica, capacidad total de fijación del hierro. La puntuación máxima es de 30 puntos.

En base a los resultados, se considera:

  • Bien nutrido <10
  • Mal nutrido >10

Dada la variabilidad de los datos publicados, ninguna de las escalas puede ser considerada la mejor para la valoración nutricional del paciente renal, por lo que cualquiera de estos métodos puede ser útil en la valoración clínica del estado nutricional junto con las determinaciones antropométricas, de laboratorio e ingesta dietética.