Camila

Hola, Mi nombre es Camila, llegué a España hace 10 años y trabajo como maestra infantil desde hace 4 años. Gracias a un control rutinario me detectaron niveles de creatinina alarmantes y me derivaron a un Nefrólogo. En ese momento desconocía lo que implicaba esto y empecé a hacer algo de ejercicio y cuidar la alimentación para intentar bajarlo. Además, con la pandemia era bastante difícil obtener cita para un profesional.

Hace un año acudí a un nefrólogo y me diagnosticaron una insuficiencia renal avanzada en fase 4. Para mí fue un shock total, ya que había conseguido un trabajo estable, hacía vida normal y además no tenía antecedentes familiares. En ese momento, el médico me habló de diálisis y se iniciaron los trámites para buscarme un riñón nuevo.

Por mi vida, activa y con 2 hijos, opté por diálisis peritoneal y a día de hoy, estoy esperando ansiosa el trasplante con el que espero recuperar de nuevo la salud. Tomo bastante medicación, ya que además de tener la tensión alta, también tengo el fósforo y el calcio elevados.

Al principio me asusté mucho, pero los médicos me tranquilizaron. Afortunadamente puedo realizar la diálisis en un hospital cerca de mi casa.

Espero que mi testimonio sirva para que los pacientes con enfermedad renal crónica recién diagnosticados, tengan esperanza en que su problema puede resolverse y no se asusten. El miedo es bueno para resolver el problema, es mejor actuar con responsabilidad y mirar al futuro con ilusión y esperanza.